Vuelvo a escribir palabras incoherentes, que tal vez ni
trasciendan más allá de un mañana, más allá de un hoy, simplemente quiero
descansar de mi y tirar la toalla, olvidarme de quien soy, olvidarme de todo lo
que me rodea y empezar de nuevo. Por eso quiero declarar este día, una día más de conflicto y empezar a enfrentar mis verdades:
Es verdad que le temo a la noche.
Es verdad que siempre pienso en morirme.
Es verdad que me rio por todo.
Es verdad que soy consentida.
Es verdad que odio que me contradigan.
Es verdad que amo tener la razón.
Es verdad que no me gusta estar sola.
Es verdad que no me gusta estar sola.
Es verdad que me encanta ir donde el psiquiatra.
Es verdad que se me derrite el helado y termino comiendo
como niña.
Es verdad que me gustan los perros.
Es verdad que odio las ratas.
Es verdad que me duele que me engañen.
Es verdad que cometo muchos errores.
Es verdad que aun estoy enamorada.
Es verdad que me
considero solitaria.
Es verdad que me gusta dormir hasta tarde.
Es verdad que odio ver los pies de las personas.
Es verdad que odio que me vean los pies.
Es verdad que intento ser feliz.
Es verdad que no me gusta nadar en piscinas.
Es verdad que me encanta ayudar.
Es verdad que odio que se me señalen la comida.
Es verdad que odio que me insulten.
Es verdad que pienso que siempre estoy gorda.
Es verdad que odio que me digan que la belleza va más allá
de un físico.
Es verdad que entrego el corazón muy fácilmente.
Es verdad que miento.
Es verdad que me gustan las montañas.
Es verdad que me gusta el cappuccino.
Es verdad que perdono.
Es verdad que nunca olvido.
Es verdad que maximizo las cosas que me pasan.
Es verdad que soy un poco egoísta.
Y sobre todo es verdad que lucho cada día por cambiar.