aquel 2007 fue un año algo duro para mi familia y obviamente para mi. Mi hermano no podía caminar y le tocaba estar en silla de ruedas, aun peor los doctores no sabía que era lo que tenía, mis padres buscaron infinidades de respuestas incluso sometiéndolo sesiones de acupuntura los cuales fue muy traumático para el y para mis papás. Así que mi papá decidió comprar un perro, pero no cualquier perro, un perro de raza grande y felpudo que sea activo y a la vez paciente, si, encontró la raza perfecta, La raza de los Samoyedos.
Buscaron por todas partes y al fin dieron con una venta de perritos, mi papá emocionado llegó a la casa y gritando me dijo que lo acompañara, cuando llegue donde vivía leo, me encontré con un copito de algodón, corriendo en aquella casa, era re gordo peludo y chiquitín, inmediatamente me enamoré de él, lo llevamos a la casa y desde entonces durmió junto a mi.
Mi chiquitin desde ese día jamás se aparto de mi, eventualmente mi hermano termino aburriéndose de cuidarlo y nadie más que yo estaba encargada de su cuidado hasta ahora. El amor de nosotros dos ha sido reciproco, Leo me acompaña a todos lados y cada vez que estamos separados no podemos dormir, cuando me demoro, leo me espera en la puerta de la casa y cuando el no esta, lo espero ansiosamente.
Leo ha llevado conmigo 7 años desde su nacimiento y en estos momentos le han diasnosticado cáncer, he escogido este medio para desahogarme porque tengo el corazón en la garganta, no quiero verlo marchar, pero por otro lado tampoco quiero verlo sufrir, no quiero que sienta ningún dolor, ha sido parte de mi familia, y mi más grande amigo, simplemente estoy muy triste y sé que esto aunque sea demasiado difícil y doloroso es parte de la vida.
(No estoy a favor de la compra y venta de animales)
Me despido con un par de lagrimas en mis ojos. Los quiero
