Traté de escribir palabras alentadoras, para mi, para las dos únicas personas que me leen, trate de sentirme bien cada día, trate de sonreír sin importar lo que pasaba, traté de entregarlo todo, traté de animarme y animar, trate de mirar hacia adelante y no regresar al pasado, traté de estar saludable, trate de no llorar, simplemente traté de no joder mi vida nuevamente... y mis energías se fueron, con tan solo pasar aquellas horas que se volvieron eternas, y cada pequeño segundo que pasaba por mi piel, se convirtió en tortura, se convirtió en dolor.
Dolor que vuelvo a sentir, dolor al respirar, dolor al mirar, dolor al sonreír, dolor al caminar, dolor al despertar, dolor a amar, dolor a comer, dolor a vivir...
Mis pequeñas amigas han vuelto, desgarrando más mi alma, desgarrando más mi cuerpo, reclaman desesperadamente a gritos, del por qué no estoy con ellas, del porque no termino mi mala comedia. Nuevamente se encuentran hambrientas de sangre, hambrientas de lagrimas, pero esta vez, lo piden con más fuerza, y es ahora que considero entregarme completamente a ellas.